¿Tienes síntomas de gripe o tu hijo anda quejándose de dolor de garganta? Entre el trabajo, las reuniones y la vida agitada, a veces no queda ni un respiro para cuidar de nuestra salud. Pero ¡no te preocupes!, la solución podría estar a solo una videollamada de distancia.
La atención virtual o telemedicina es una gran opción cuando el tiempo apremia, tienes resultados pendientes de laboratorio o no estás seguro de si deberías hacer una parada en el consultorio. Además, para muchas especialidades, es igual que una consulta presencial, llegando a ser incluso más recomendable y cómoda.
Con una videollamada, el médico puede revisarte, darte consejos y hasta recetarte si es necesario, ¡todo sin que tengas que salir de casa! Solo asegúrate de contar con un lugar tranquilo y sin ruido, verificar que tu cámara, audio y conexión de internet funcionen bien y ¡listo!
Recuerda que, si contratas un seguro de salud, las consultas médicas en línea pueden estar incluidas.
La próxima vez que el dolor de estómago quiera arruinar tu día, solo tendrás que reservar tu cita virtual.