¡Qué preocupante es tener al perrhijo malito! Cuando mi Toby enfermó pasé varias noches en vela, con el corazón quebrado y un nudo en la garganta, esas noches solo me preguntaba ¿cuánto estoy dispuesto a hacer por él? Escuché por ahí que no hay mayor motivación que tener la soga al cuello y curiosamente luego de ese susto le prometí a Toby que no volvería a exponer su vida de esa manera. Entonces, busqué en línea, hablé con amigos y descubrí que hay varios seguros para perros disponibles. La mayoría cubren gastos veterinarios regulares, como exámenes anuales, vacunas y desparasitación y también pueden cubrir gastos de emergencia, como cirugías y tratamientos intensivos.
Después de revisar varias opciones, finalmente elegí un seguro para perros que se adaptaba a mis necesidades y presupuesto. De esa manera logré proteger a Toby y a mi bolsillo.
¡Saludos a Chicho!
Máximo S.