Imagina que estás conduciendo hacia una reunión importante. El tráfico es denso, estás apurado y, de repente, un auto se cruza en tu camino y, ¡bam!, ocurre un accidente. Por suerte, tienes el SOAT (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito). Pero mientras esperas ayuda, recuerdas algunas cosas que has oído sobre el SOAT y te preguntas si son ciertas o no. Aquí te contamos los mitos más frecuentes:

Mito 1: Cubre los daños de materiales de los vehículos

Realidad: El SOAT está diseñado para brindar asistencia médica a los involucrados en un accidente (pasajeros y peatones) e indemnizaciones a los que resulten fallecidos producto de este. No tiene como objetivo proteger bienes materiales. 

Mito 2: No cubre gastos médicos importantes

Realidad: Este seguro te cubre desde la atención de emergencia hasta la hospitalización, incluyendo intervenciones quirúrgicas y medicamentos.

Mito 3: No es necesario si tienes otros seguros

Realidad: Aunque tengas un seguro vehicular, el SOAT es obligatorio y complementario. Cubre los gastos médicos de las personas afectadas por el accidente, garantizando una protección completa.

Mito 4: Es caro e innecesario

Realidad: El costo del SOAT es bajo en comparación con los beneficios que ofrece. Si no lo tienes puedes recibir multas y sanciones, además de tener que asumir muchos gastos en caso de un accidente.

Mito 5: Es difícil de activar

Realidad: El proceso para reclamar los beneficios del SOAT es sencillo y rápido. Los hospitales están familiarizados con el procedimiento y pueden tramitar la atención sin complicaciones.

Por eso, tener tu SOAT vigente es obligatorio. En emergencias, será tu mejor aliado, brindando atención médica inmediata y adecuada, y asegurando que nadie quede desprotegido.

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