Estás conduciendo despreocupadamente por la carretera, disfrutas de tu viaje, cuando de repente, ¡BAM!, se te ‘aparece’ un bache traicionero en el asfalto. En ese momento de terror sientes que tu vehículo se hunde en las profundidades de la tierra, mientras tu corazón se acelera y tu suspensión sufre un golpe doloroso. Sin duda, los baches son uno de esos obstáculos imprevistos que pueden arruinar tu día y tu auto en un abrir y cerrar de ojos.
Estos son los 4 daños más frecuentes que pueden ocasionar los baches en tu auto:
- Tus neumáticos son los primeros en sufrirlo y, claro, las llantas también lo pasaran mal.
- El chasis se daña y los amortiguadores acortan su vida.
- Lunas rotas.
- Daños en bajos y línea de escape.
Puedes estar muy atento en el camino, pero los baches nuevos e invisibles de la carretera escapan de tu control. Por ello la mejor manera de proteger tu auto es con un seguro vehicular, y hay que recalcar que no estamos hablando del SOAT (Seguro Obligatorio de Accidentes de Transito que siempre tienes que tener vigente).
El seguro vehicular que también necesita tu auto no es obligatorio, y te ayuda en situaciones críticas como robos, vandalismo o más cotidianas como mantenimientos o averías en tu vehículo.
No olvides que proteger tu auto es proteger tu inversión y puedes hacerlo con un seguro vehicular a tu medida.