Aunque no lo creas, la risa, esa explosión contagiosa de alegría, ¡podría ser más peligrosa de lo que imaginas! Según algunas investigaciones, morir de risa —aunque poco probable— es una posibilidad, sobre todo en personas con alguna condición médica preexistente, pues un ataque extremo de carcajadas podría causar asfixia, un ataque de asma y hasta un aneurisma cerebral.
Ante esta situación, existe el Death by laughter insurance, un seguro para productoras cinematográficas, salas de cine o comediantes que quieran protegerse, y liberarse de responsabilidades, en caso de que un espectador tenga una muerte repentina por una risa incontrolable. Este seguro cubre, por ejemplo, los honorarios legales de la defensa de la productora si resulta demandada, y también los gastos médicos o de sepelio de la víctima.
¡Si pasa en las películas, pasa en la vida real!
Fuente: Trusted Choice