Lo peor que podría ocurrirte al llegar a tu destino soñado es darte cuenta de que… ¡tu maleta no viajó contigo en el avión! Imagínate el mal rato que tendrías que pasar en el primer día de tus vacaciones, reclamando a la aerolínea por tus pertenencias y con una solución que no te satisface en lo mínimo.
Para reducir esos inconvenientes, existe el seguro de viaje. Este producto te indemniza en los casos de robo o extravío de tus maletas cuando viajas en aerolíneas autorizadas, para que puedas empezar a aprovechar tu destino. Además, cubre los gastos que realizas si la maleta es ubicada en otro lugar y tienes que esperarla.
Los seguros de viaje también pueden cubrir asistencia médica y atención de imprevistos. Para tener una mejor idea de la cobertura, consulta con tu compañía aseguradora los planes que ofrece según el destino al que vayas y la tranquilidad que desees obtener.