Este 15 de noviembre se celebra el Día Mundial sin Alcohol, una iniciativa promovida por la OMS que nos recuerda que, a pesar de que el consumo de alcohol a menudo se percibe como una práctica normal, es necesario concienciar sobre los riesgos físicos y psicológicos asociados.

El alcohol está relacionado con más de 200 enfermedades, y puede generar trastornos físicos y mentales. Desde dificultades de memoria hasta enfermedades cardíacas, cáncer y daño en las mucosas digestivas, sus efectos son amplios y perjudiciales. Además, el aumento de la tensión arterial, los accidentes cerebrovasculares y la vinculación con comportamientos violentos subrayan la necesidad de una reflexión colectiva.

En este Día Mundial sin Alcohol, seamos conscientes de que no existe un consumo verdaderamente seguro. En consecuencia, es importante considerar opciones de vida saludables, que prioricen la salud física y mental.